lunes, 17 de febrero de 2025

UN LUGAR PROPIO

Una artista 1882 (Aurelia Navarro)




Soy la artista. Mirad mi perfil, parece el de un clásico de noble renacentista.

Cuando la juventud guiaba el pincel de mi mano, con libertad y valentía ideaba imágenes sin prohibiciones en la sociedad hostil en que vivía. Ser mujer nunca fue fácil. Desnudos, sonrisas de éxtasis, muchachas soñadoras entre flores, también muchachas tristes. Siempre oteando más allá de los paisajes, de los retratos, de los lugares apropiados donde a las señoritas se nos permitía entretenernos con la pintura.

Mi ímpetu fresco tocaba la vida sin miedo con pinceladas de color y energía moderna. Dominaba la luz y las sombras, trabajé mucho para controlar las técnicas. Rehuí de las soluciones académicas y equilibradas. Pinté mi Granada con encuadres audaces, saltando normas como una niña jugando a pisar charcos después de la lluvia. Joven, soltera, valiente.

Ser mujer nunca fue fácil. Cuando me vino el éxito con mi obra más arriesgada, un coro de voces comenzó a perseguirme con la conveniencia de lo adecuado hasta lograr el silencio de mis manos.

Yo solo quería pintar la vida, continuar mi viaje pionero.

Hoy, en la sala 62A  de este Templo del Arte, junto a María Roesset, soy visible entre los grandes hombres dueños de mi época. Un lugar propio al fin.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

-EL LEGADO LUMINOSO-

  Obra de María Cristina Vega     –¿Un gorila rojo en un árbol de Navidad?-dijo la pequeña Olivia. -¿Acaso a los gorilas no les gust...